MAÑANA AEROESTATICA

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16 de julio del 2006

Con la dirección de Armando Escobar del grupo 191 hicimos un Globo de Canlloya.

Los Globos de Cantolla reciben el nombre de Joaquín de la Cantolla y Rico, que en 1957 comenzó a realizar vuelos en globos aerostáticos. (ver abajo historia completa)

Con maskintape se unen cuatro pliegos de papel de china formando una cara del globo  en el centro queda un hueco que se tapa con un pequeño cuadro.  Se fabrican seis caras  estas se van uniendo, primero, cuatro horizontalmente y en la segunda cara se le colocan dos más de manera horizontal.

Seis scouts, una patrulla es el equipo ideal para hacer un globo.  Se corta una arista de manera que queda un círculo.  Dentro del Círculo se une con maskintape un aro de bordado (madera).  debe de quedar por dentro y adherido con maskintape.

Se hace una "dona" de trapo, bien apretada.  Ésta se coloca en un triple de alambre y este a su vez dentro del Globo de Cantolla. Se saca la "dona" y se alista el globo, el piloto se coloca boca arriba sin perder de vista el centro del globo.  La "dona" se sumerge en gasolina y se exprime bien, para que no escurra.  Para prender la dona se necesita que el globo este bien extendido por todos.
DEBE HACERSE CON MUCHO CUIDADO Y CON LA SUPERVISIÓN DE UN ADULTO RESPONSABLE.

Encendida la "dona" se sopla un poco para controlar la llama y comienza a llenarse el globo de aire caliente. Rápidamente se llena de aire, todos los van soltando como se va llenando y el piloto lo guía y lo suelta. El Globo de Cantolla que hicimos tenía los colores del Grupo y voló fantásticamente.

Joaquín de la Cantolla y Rico
Iniciador de los vuelos en globo.

Joaquín de la Cantolla y Rico nació el día 25 de junio de 1829, hijo del señor Juan de la Cantolla, de nacionalidad española y de la señora Soledad Rico, mexicana. Después de cursar los estudios convencionales de la época y dada su inclinación por la carrera de las armas, ingresó en el Colegio Militar instalado entonces en el Castillo de Chapultepec.
En 1863 cuando contaba con 35 años de edad y ya era telegrafista, época en que se puso en contacto con los hermanos Wilson. Estos hermanos habían llegado a México con unos globos para dar exhibiciones de tipo comercial. Terminadas éstas y ante el entusiasmo popular pusieron un
globo a disposición del público que se atreviera a dar un paseo, previo pago de una cuota.
Uno de los primeros en presentarse ante los Wilson fue Cantolla, quien dio muestras de gran entusiasmo. Se interesó por los materiales de que estaban construidos los globos, por su funcionamiento, control y técnicas de reparación. Los Wilson comprendieron que el señor de la Cantolla mostraba un interés superior al simple deseo de hacer una breve ascensión y lo instruyeron en todos los secretos de la aerostación, hasta el punto de que muy pronto el mexicano estaba en condiciones de hacer su
primera elevación sin compañía.
Las experiencias fueron tan favorables que para el día 26 de junio de 1863 se anunció por toda la Ciudad una exhibición en la plaza de Toros del Paseo Nuevo, situada en la glorieta donde concluyen las actuales avenidas Juárez, Reforma, Bucareli y Guerrero, en el lugar que ahora ocupa el edificio de la Lotería Nacional.
Se trataba de la tercera ascensión, además de una soberbia corrida de toros con ganado de Atenco en honor de los generales Juan N. Almonte y Leonardo Márquez, quienes seguía diciendo el cartel, la honrarían con su presencia.
Todas estas actividades, con
las lógicas limitaciones de recursos, tuvieron notable éxito por lo que Cantolla continuó sus experimentos, tanto en el diseño y construcción de globos como en las investigaciones para mejorarlos y hacerlos más controlables y seguros.
Los globos construidos por de la Cantolla eran de manta inglesa cortada en gajos y cosidos y los hubo de diferente tamaño.
Abundaron los accidentes que le produjeron diversas lesiones, algunas de ellas de cierta gravedad como en la que perdió un ojo. En cierta ocasión en que volaba sobre la Ciudad de México tras una ascensión iniciada en Tacuba, el globo tuvo una
baja de aire caliente y comenzó a perder altura a gran velocidad, yendo a caer sobre una residencia de la calle Salto del Agua.
Cantolla entró por el tragaluz de vidrio con todo y canastilla causando daños y asustando a los propietarios de la casa que se encontraban comiendo en la habitación donde aterrizó el aeronauta. Pasado el susto, pese a las disculpas de Cantolla, los propietarios le dieron una buena golpiza.
El día 10 de noviembre de 1863, hacía Don Joaquín los últimos preparativos para una de sus ascensiones en la Plaza de Armas (zócalo) cuando voluntariamente un espectador, se ofreció
para sostener uno de los cables de amarre. Como la operación se retardara, el sastre se ató el cable a una pierna para poder encender un cigarrillo. En ese momento soltaron el globo y el sastre fue arrastrado por los aires. Pese a los esfuerzo de Cantolla por sujetarlo y subirlo a la canastilla, el pobre Avilés se desprendió de la cuerda y cayó al vacío sobre uno de los techos del Palacio Nacional, muriendo estrellado.
En cuanto a la producción y alimentación de aire caliente, De la Cantolla ideó un sistema regulador de la flama de alcohol en
combustión que le permitía graduar el ascenso y descenso del globo. Este sistema lo analizó y discutió con catedráticos de la Escuela de Ingenieros del Colegio de Minería quienes confirmaron que se ajustaba a las leyes de Física. Incluso, la primera prueba de un globo equipado con este sistema se hizo el 22 de octubre de 1877 en el patio del propio Colegio en presencia de la plana mayor de la ciencia en México, con todo éxito.
Cantolla hizo tres globos que, fueron muy famosos: el "Moctezuma I", "Moctezuma II" y el "Vulcano". Los tres estaban construidos con la misma técnica y
la mayor diferencia entre ellos se debía al tamaño, siendo el "Vulcano" el más grande de todos. Lo estrenó Cantolla con éxito, tanto por las condiciones de vuelo como por el tamaño, pues fue el más grande que se había visto en la Ciudad de México.

El "Vulcano", hinchado, tenía una altura de aproximadamente 20 metros. A la altura de aproximadamente 20 metros. A la altura de su línea ecuatorial tenía pegado un holán de tela roja con flecos dorados. El globo llevaba pintados cuatro águilas en posición similar a la que está en el Escudo Nacional.
De la Cantolla, casi siempre, subía al globo portando una bandear nacional. Unas veces lo hacía elegantemente vestido con levita y chistera y otras de charro mexicano. Se cuenta que en cierta ocasión, sin que hayamos podido demostrarlo en algún documento histórico, hizo una ascensión montado en un caballo cuyas cinchas
había sujetado al globo.
Después de muchas ascensiones el globo "Vulcano" se encontraba ya muy maltratado y hay fotografías en las que parece muy parchado, como en una de Casasola tomada en la plaza Tumbaburros. Finalmente fue tal el deterioro que las autoridades no le dieron permiso para seguir volando. Comido por los ratones acabó el "Vulcano" y Don Joaquín, sin recursos económicos y puede que con el ánimo tan maltratado como sus huesos, decidió abandonar sus sueños.
Comenzó a hacer pequeños globos de papel de china, modelos de los globos que se impulsaban con una fuente de calor,
se lanzaban en ferias y en festejos, éste que esta fotografiado es de los festejos del día de la independencia de México.

EL VULCANO

No había festividad importante en la que de la Cantolla y Rico no organizara una ascensión a la que por supuesto concurrían miles de capitalinos. Su popularidad fue tal que la disputaba con los políticos, artistas y toreros más encumbrados de la época. Su figura y su globo fueron objeto de portadas de revistas y tema de caricaturas, inclusive se encuentra representado en el célebre mural "Un domingo en la tarde
No obstante tanto ímpetu juvenil, con los años las fuerzas llegaron a fallarle a Cantolla. Tenía ya 60 años cumplidos cuando aceptó la invitación que le hiciera uno de los personajes
más destacados en materia de vuelos, Alberto Braniff, primer mexicano en volar en aeroplano en 1908, quien así como había traído de Francia el biplano con que realizó su histórico vuelo, importó de aquel país un globo y de paso trajo a un experto, Julio Dubois, para inflarlo, atarlo, soltarlo y demás.
Por hacerle el honor a otro héroe como él, Alberto Braniff quiso ir acompañado de Cantolla en la barquilla de su aerostato francés. Fue un domingo de 1914 cuando ambos personajes ascendieron, Braniff vestía uniforme militar y Cantolla levita. Subieron con éxito, entre la aclamación general. Pero se produjo
un momentáneo ventarrón que arrojó el aparato por los rumbos de Chalco, incidente muy grave para el ánimo del pobre Cantolla, que sufrió un gran susto, pues por allá andaban las fuerzas zapatistas del general Genovevo de la O. que pretendieron bajar el globo a balazos. Fue necesario que acudiera el ejército para impedir tal agravio. Un gran aplauso premió el dichoso retorno, tras lo cual Alberto Braniff dispuso que su propio automóvil llevara a casa a don Joaquín de Cantolla y Rico, a la sazón intensamente pálido por la difícil jornada. Cantolla bajó del coche ante su modesta vivienda, pero apenas traspuso la puerta sufrió un derrame cerebral. Murio el 20 de marzo de 1914.

Un globo para el día de la Independencia de México. Hecho por la mano de Cantolla

Ahora en México se fabrican globos de muchas formas y colores, en Mixquic, Distrito Federal, cada año existe un concurso de Globos de Cantolla.